Los jóvenes y la Iglesia

En su reciente viaje a Praga, Benedicto XVI se dirigió, como siempre, a los jóvenes que le escuchaban. Tras analizar de modo más que correcto la situación de tantos jóvenes en el mundo, dijo: "que vuestra juventud sea el tiempo de construir con sentido y responsabilidad vuestro futuro". Es una de las mejores cosas que tiene la Iglesia: cuenta con los jóvenes. Tal y como son. No sólo con su capacidad de compra. Y no les adula o enjabona, les exige seriedad y madurez. Y no promete tonterías utópicas, sino la vida real: llena de dolores y alegrías, pero con la posibilidad de llenarla de sentido. Digo esto porque me anima ver que alguien confía en los jóvenes. Y por la contra del otro día, dedicada a Allen Iverson, y su contuntende consejo a los jóvenes: "Poned vuestra fe en Dios". Dos personas, un mensaje.

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