La libertad de los cristianos:

Leo en La Vanguardia digital: "Una entidad cristiana entiende la nueva ley del aborto". Me paro y pienso "yo también la entiendo, pero no la doy por éticamente correcta. Quizá quieran decir que los que no la aprueban, como yo, no la entienden. En fin". Sigo leyendo. Se habla de que el Institut Borja de Bioètica opina que el aborto "es una respuesta a la realidad". Me paro y pienso: "cierto, pero no es la mejor: no es éticamente correcta. Hay otras: la adopción de niños, etc. Quizá piensan que es la única respuesta. En fin". Sigo leyendo. Añade el artículo que "el límite debería ser la semana 12, al inicio del "carácter personal del embrión"". Me paro y pienso "no es verdad que el carácter personal y, por tanto, inviolable de una persona le venga por la edad (el tiempo) o algo físico: es un cuestión de ser; el embrión ya no es papá ni mamá, es otra persona, con su ADN e información genética propia, personal e intransferible. Esto lo sabe cualquiera que conozca los rudimentos de la biología. Quizá no lo sabían. Lo dudo. En fin".
Y, al final, pienso: "¿por qué dicen "entidad cristiana"? Quizá porque saben que la moral cristiana explica por qué el aborto no es éticamente correcto, salvo que sea involuntario. Que no nos den gato por liebre. La religión católica presenta unos dogmas. El cristiano, libremente cristiano, los hace propios libremente. E intenta estudiar y entenderlos en la medida de sus posibilidades. Lo demás son opiniones, y, por tanto, no son cristianas: son individuales y personales.

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