Tot hi cap

Todavía no he encontrado a nadie a quien el anuncio grotesco ayude a mejorar como ciudadano. Quizá lo haya, no lo negaré por ahora. Pero lo que más me sorprende es el hecho de que, tras esa aparente novedad de marketing de buen civismo, esconde aquel apabullante, y por eso evitado, "no se debe hacer todo lo que se puede hacer". Era aquello demasiado claro. A mí me lo explicaron así. Y no me ha ido mal. Jamás se me ha pasado por la cabeza, por ejemplo, orinar en la calle. Pero es que, a mis menos de treinta años, estoy chapado a la antigua.

Comentarios