Gaudí y los católicos laicos

Iba a comenzar diciendo "dejando de lado su obra, Gaudí es ejemplar...", pero no. No se puede separar la obra de Gaudí y su ser cristiano, y laico. Gaudí no era sacerdote.Gaudí no fue siempre un devoto fiel. Tuvo su proceso de conversión, cuyo punto de inflexión tuvo lugar en la Cuaresma posterior a la adaptación del proyecto de la Sagrada Familia. Quiso prepararse de tal forma, que realizó un estrictísimo ayuno penitencial, llegando a estar tan agotado que flaquearon sus fuerzas. Más tarde, confesó haber querido seguir el consejo de Fray Angélico: «Quien desee pintar a Cristo sólo tiene un camino: vivir con Cristo», que ayunó. Su Sagrada Familia, tan cargada de símbolos, nos da ejemplo a los laicos de hoy día. Laicos, o sea, fieles no ordenados, hombre o mujeres. Ejemplo de unión entre trabajo y religión, de modo íntimo y racional. También la inteligencia debe salvarse, decía de otro modo San Agustín. Ejemplo de la necesidad de conocer la liturgia y el dogma, para no decir tonterías por pura ignorancia. Ejemplo de trabajo bien hecho y de piedad sincera. Una anécdota pondrá fin a la carta: Emilia Capdevila, vecina de la sobrina de Gaudí en Reus, recordaba cuando fue a Barcelona que "Un domingo mi madre y yo fuimos a visitar el templo y vimos a Gaudí en una cripta de rodillas rezando el Rosario, pero no lo quisimos moestar y nos fuimos". La Bendita entre las mujeres, como la llama la tradición católica, la Virgen, tenía un papel central en su vida.

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