La Semana Santa y el verano:

Ya sé que a la publicidad no hay que hacerle mucho caso, pero hay ciertas cosas que chocan. Siempre se ha criticado a la Iglesia que se mezcle con intereses humanos para enriquecerse. Es una buena crítica, que la propia Iglesia ha hecho sobre sí misma: la simonía es una actitud que se condena desde los primeros tiempos. Pero hoy día asistimos impávidos al patético espectáculo de lo que podríamos llamar simonía laica: servirse del catolicismo desde fuera para enriquecerse. Me refiero a anuncios como: " la Semana Santa no es el verano, pero se parece". En que hay, en lugares de tradición católica, ciertas vacaciones y ¿en algo más? ¿Hablaremos del Verano Santo? Eso, por no hablar de las primeras comuniones. En fin: otra contradicción del laicismo.

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