El sexo desenfrenado y los Reyes Magos

Espero que los niños pequeños no lean esta carta. Ayer, no sé a santo de qué, me vinieron a la cabeza los Reyes Magos y la ilusión con que los niños los esperan: buscan algo más que el mero regalo, porque son momentos mágicos. Pues bien, pensé en que era posible usar la comparación entre el chasco que se lleva un pequeñuelo al comprobar que los Reyes son los padres, y el chasco -más hondo y vital: dolorosísimo- que sufre toda persona que piensa que sólo el sexo desenfrenado y a todas horas es la felicidad. Lo contrario a la película, o sea: ¿Por qué le llaman sexo cuando quieren decir amor?

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