Continente y contenido:

Ayer tuve la suerte de ver una gran película de Hitchcock. Y de tener pipas a mi alcance. Gracias a eso,  mantengo mis uñas. Se trata de "Crimen perfecto". No es la frase de la película, pero la cabeza funciona como funciona, y la retuve y le he dado vueltas. Los protagonistas van a ir a una cena y el comentario del marido, algo cansado, es muy gráfico: "Perfecto, nos espera una larga velada llena de cumplidos". Si a este comentario se le suman los muchos que vengo oyendo últimamente sobre gente que va al gimnasio "porque se acerca el verano..." o "que si el moreno" y demás, resulta lo que ahora viene. Que estamos cuidando mucho el continente. Y que estamos descuidando mucho el contenido. En muchos casos, esta actuación tan reduccionista tiene una simple explicación, que podría resumirse en  una frase: "si sólo tengo un cuerpo y una vida, vamos a decorarlo y a usarlo". Pero me da hasta grima exteriorizar lo que alguno que otro debe de
"pensar". Concluí que otro gallo -en fin, sería un coro magnífico, no sólo un gallo- nos cantaría si pusiéramos el mismo o más empeño en cultivar nuestras otras partes -y lo digo de intento-: la inteligencia, la voluntad. Nuestra parte metafísica o espiritual. Porque, al final, el envoltorio es el envoltorio.

Comentarios

James Ever Lasting Biel ha dicho que…
Excelente carta, tanto en la forma como en el fondo: una persona así sería un as.