Los indignados

Me ha gustado mucho el artículo de Puigverd del pasado lunes sobre los indignados. Dicho un tanto provocativamente: es complicado indignarse contra el puerco sistema capitalista con un IPad en la mano, un IPod en el bolsillo y una Scoopy esperándome para cuando se me acabe la indignación. Ya sé que no todos son así: yo también estoy molesto contra el sistema, sea lo que sea. Comenta Puigverd en su artículo que nuestra sociedad del bienestar no sabe qué es una revolución, cosa ciertamente más brutal y sangrienta. Pues bien, siempre se puede hacer algo más civilizado. Por mi parte, junto con mis compañeros profesores, intentamos enseñar a mis alumnos, de la mano de sus padres, algunas de las antiguas formas de indignacion: no quejarse a la mínima y menos aún sin dar soluciones a lo criticado; usar la cabeza antes de hablar; no ser caprichosos en sus gastos; mirar algo más lejos del propio ombligo; estudiar con seriedad, que no tristeza o
ansiedad; aprovechar el tiempo... Y es este mismo tiempo quien dirá si, junto a los demás profes y de la mano de los padres hemos logrado sumar nuestro granito de arena.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El artículo bueno es el de Juan José López Burniol. Y este movimiento es (ha sido) demasiado grande en sus dimensiones como para ser fruto de la sinrazón de unos pocos, o de la indignación mal canalizada.

fdo. discr
Jose Quintano ha dicho que…
Pues no lo he leído. Ya lo haré. ¿Me pasas el link?