Trabajar por trabajar, trabajar al cuadrado

La realización última del hombre (hombre o mujer, se entiende) ocurre como efecto no buscado directamente. No está, como parece sugerir nuestra época, en el trabajo, sino en el amor. Por eso importa más el amor que se ponga en el trabajo que el trabajo de que se trate. No hablo de economía, aunque ciertamente un tipo que ame su trabajo posiblemente rinda más, sino de la vida, globalmente entendida: de la felicidad, incluso. Por eso, ¡qué lástima los hombres y mujeres que pierden su tiempo en construirse un ego para fuera, con vistas al mar, sin tener en cuenta lo dicho al principio! Ejemplos nos sobran: mujeres que no son madres por ser empresarias, sin ser ambas cosas incompatibles. Hombres que no son padres por ser ricos. Hijos que no llegan para que venga un coche más.
La radiografía de cada hombre esta en sus amores, no en su cuenta corriente.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Arbeit mach frei, dicen
Jose Quintano ha dicho que…
Una verdad que los nazis convirtieron en asquerosa mentira. Es, por cierto, con "t": "macht"