La Sagrada Familia de rojo

Ayer fue el día contra el SIDA. Creo que recordar que fueron 20 los edificios emblemáticos que se tiñeron de luz roja para recordarnos lo dañino y real se esta enfermedad.
Me ha hecho ilusión que en La Vanguardia salga la Sagrada Familia en portada. Es una manera, no sé si buscada, de reconocer el papel de la Iglesia en este asunto. La mala prensa de la Iglesia es, como en otros temas, algo conocido. Pero la realidad es bien diversa. El modo de vivir que la Iglesia promueve (y no le llamo católico porque no es sólo patrimonio suyo, sino humano) es la mejor prevención contra esta enfermedad: la fidelidad dentro del matrimonio de uno con una. He leído un resumen en que se daban cuatro pautas para aminorar la posibilidad de contagio: las prácticas sexuales seguras o teóricamente seguras; la conducta monogámica; evitar la promiscuidad y las relaciones sexuales con desconocidos; el uso preservativos de látex. Como digo, la fidelidad las resume. Supongo que a día de hoy todos somos conscientes de que la mayor causa de sida es la promiscuidad.
Además, la Iglesia dedica muchos esfuerzos humanos a cuidar a enfermos de SIDA, rechazados por la sociedad.
Dicho esto, ojalá se encuentre una vacuna cuanto antes.

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