Hay comentarios y comentarios.
El neutro: "Empate. Eso son datos."
El merengón: "Vaya cagada de Piqué en el gol. Y suerte de Iker, que nos salvó"
El culé: "Golazo de Cesc. Como debe ser. Y super-Iniesta..."
El pesimista: "Ya está. Como siempre: vamos de cracks, y nos dan pa'l pelo".
El optimista: "¡Perfecto! En el mundial empezamos peor: con una derrota!"
El que llega tarde: "¿A qué hora comienza?"
El que pasa: "Pues decían que iba a llover..."
El que no se entera: "¿Y qué tal lo hizo Villa?"
El enterado: "¿Lo ves? Ya lo decía yo..."
El técnico: "Un error de distribución de jugadores, con la presión muy alta y poco juego por bandas, contra un tibio equipo de jugadores experimentados, cuyo toque de balón se vio condicionado por el pésimo estado del césped, de baja calidad."
El literato: "Ese guión sobra. Y faltan comas. Y punto y coma: España, uno; Italia, uno."
El que mezcla: "La culpa es de Rajoy, que estaba en el palco"
El republicano: "La culpa es de los príncipes. Chupando del bote, como siempre."
El fan: "¡Viva España!"
El rencoroso: "Ya, ya: desde que el italiano aquel le partió la nariz a Luis Enrique..."
El maquiavélico: "Está claro: Merkel quiero desangrarnos... "
El desmemoriado: "España 1 - Italia ¿qué?"
Y así, cientos de miles. Supongo.
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