Lecciones olímpicas VII: ¿Y los que no salen por la tele?

Ya hace un tiempo que supimos qué pie calza Phelps. Y qué horario seguía para llegar donde ha llegado. Lo mismo ha ocurrido ahora con nuestra nadadora medallista, Mireia Belmonte. Una exigencia tremenda.
Solo quería señalar un detalle, no fuera que se nos pase por alto. Los horarios increíbles a los que se someten son iguales para mucha gente, pero no salen por la tele, ni van a las olimpiadas, siquiera.
La persona anónima que se quedó a dos décimas del tiempo mínima para ir a Londres, ¿qué pensará al oír a los campeones decir su mismo horario? Sin duda que se ve la necesidad de una buena preparación mental para el fracaso. Ese espíritu de lucha nos vendría bien a todos. Y no el fatal evitar toda dificultad y frustración que se lleva hoy día en educación.

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