Recuperar valores

Recoger lo que tu perro deja o no recogerlo. Bajar el volumen de la música o no bajarlo. Colarse en el metro o no colarse. Pagar la zona azul o no pagar. Esa es la cuestión. O, al menos, una cuestión.
Existe el deber de cumplir con los deberes cívicos si son justos. Y el derecho de no hacerlo, si no lo son. La objeción de conciencia.

Ayer lo leí de modo claro:

"Observa todos tus deberes cívicos, sin querer sustraerte al cumplimiento de ninguna obligación; y ejercita todos tus derechos, en bien de la colectividad, sin exceptuar imprudentemente ninguno.
    —También has de dar ahí testimonio cristiano."

Está en Forja, un libro de San Josemaría. En su punto 697.
Me gusta, porque a veces uno puede llegar a pensar que ser cristiano consiste en ir a Misa. Nanai de la China. Un cristiano debería pelear por ser buen ciudadano. Otro gallo nos cantaría: otra fama tendríamos los cristianos. Ya se sabe: "menos Misa  y más pagar impuestos". Y estoy casi de acuerdo: misa, y paga impuestos. 

Ahí la dejo.



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