El Mundial de Fútbol (posibles lecciones, I): el árbitro

El Mundial de Fútbol es un acontecimiento increíble. 

1. Te puede gustar o no, pero posiblemente prefieras -como yo- este "mundial" ahí colocado, en lugar de "Tercera Guerra Mundial", o "Crisis Mundial". Claro, también sé yo que hay corrupción, pero se trata de intentar sacar jugo (cosa buena) a la realidad, que no todo es malo.

2. Ayer pude ver el Brasil-Croacia... Me salté, gracias a Dios, la inauguración ceremoniosa o ceremonia inaugural. Llama la atención que la gente abandone la liturgia católica (y todo sea largo en la misa, por ejemplo) y luego nos tengamos que chupar estar liturgias laicas. Llama la atención, también, que la cantante quisiera hacer lucir más su cuerpo que su voz. No lo vi, insisto, pero la gente comentaba en Twitter que "JL calienta la ceremonia". Así de machista. Y sucio. Pena. Un buen gol.

3. En cuanto a fútbol, un bonito gol en propia para comenzar. 

4. Y luego, la crème de la crème: el árbito -arriba, fotografiado- que parece ser que no arbitró con mucho acierto. Que regaló un penalti, vamos. Dicen. Más que en el hecho de si acertó o no, me quedaría con dos cosas: que existe un árbitro, y que todo el mundo lleva uno dentro... kata physin: por naturaleza."Arbitror" significa, en latín, juzgar. Y como nadie es buen juez en causa propia, se intenta que el susodicho sea neutro. Pero bueno, da igual ahora, vamos a lo segundo: me encanta ver cómo el mundo entero -y no es una exageración desmedida, aunque sé que Somalia no comentaban el partido- se olvida de sus relativismos y sus ideologías ("La verdad no existe" y demás) y grita: "Árbitro, ¡memo! ¡Es penalty!". Así: "es". Y no, "opino que es". Y cada vez buscamos más la máquina, porque nos permite ver mejor si es o no, al margen de mi juicio. Porque lo que engaña no son los sentidos, sino el juicio que hacemos sobre lo que nos muestran: "Yo, desde aquí, no veo penalti". "Ya, ya", dicen todos, "pero, ¿lo es?". 
Seguimos siendo hombres: nos interesa la verdad por encima de todo (o casi todo).

-¿Ni siquiera en una tontería como esta vamos a ceder?
-No, macho: no era penalti.

O sí. El hecho es, precisamente, que era un hecho que no depende de mí: no relativista. 
¡¡¡Bravo por el fútbol filosófico!!!!

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