A quattr'occhi: comunicación interpersonal en la era de internet

Se dice, con cierta razón, que estamos en la era de la comunicación. Otros dicen, matizando ese optimismo absolutizado, que la calidad de la comunicación ha disminuido. Sociólogos tiene el mundo. 

Lo que podemos decir son varias cosas que ocurren y que nos pueden pasar a todos. 
Para ello, voy a ayudarme de una foto que hice por la calle hace un tiempo. En una puerta, una pintada interesantísima: dos versos de cuatro sílabas: "menos móvil, más moverse". Me hice la foto con un amigo: las sombras muestran un apretón de manos. Y la diferencia de altura, entre otras cosas. 

Sobre una aplicación particular de esto quería hablar. 
El uso del whatsap para casi todo. 
Hace unos años aprendí la expresión italiana "a quattr'occhi", que significa "a cuatro ojos"; es decir, a la cara, a solas: viéndose. Y me pareció buenísima para explicar lo que nos podemos estar perdiendo hoy día algunos casi sin darnos cuenta. Digo "casi" porque creo que sí advertimos lo que nos pasa, aunque sea algo incómodo de reconocer. 

Hace unos años ya, un chico joven me explicó que un amigo suyo no había ido al cole y que él le había enviado varios mensajes preocupándose por él (habían "hablado" por whatsap), y que el otro estaba muy agradecido. Lo contaba con alegría, sabiendo que había alegrado el día a su amigo. Pero me pareció que no se daba cuenta de lo que se perdía por el camino. Le pregunté si vivía cerca. "Así es", reconoció. "Pues mira... (como dice la imagen) menos móvil y más moverse. Ve a verle, llévale los deberes y un detalle...". Así lo hizo. Por la tarde me contaba que su amigo había estado a punto de llorar: nadie había hecho eso en años. 
No sé si es exagerado. 
Lo que sé son dos cosas: primera, que el chico que fue a visitarle no había caído en la cuenta de que podía hacerlo; segundo, que antes sí se hacía.
De sobras sé que es complicado: hay grados de amistad y conexión. Bien, no pasa nada. Uno tiene que saber discernir. 

El resumen que puede sacarse -y que algunos sabemos ya gracias a que nos educaron así- es sencillo orden de prioridades en la comunicación: primero, verse (el contacto "a quattr'occhi"); si no, llamarse: la voz humana es maravillosa; si no, un mail o whatsap, que ya es algo. 
Y eso, para todo: para hablar con los compañeros, para felicitar a un amigo, etc.
La educación de la personalidad y la tecnología deberían ir de la mano.

Anexo: 
¿Qué más le da a uno que Google le felicite el cumpleaños? Un ordenador debería importarle un carajo: tiene el dato de que es el cumpleaños -uno se lo da por razones crematísticas, pero sin ningún interés personal- y una simple función -si hoy es tal día, felicítale: un simple y lógico "si p luego q"- genera un "muchas felicidades" en la pantalla.



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