Puedes resbalar.... ¡cuanto quieras!


Esta mañana he visto este anuncio de Audi. Muy ocurrente. Y aprovechable. Huelga decir que no voy a comprarme un Audi. No me da el sueldo. Ni la gana. 

Al tema. He hecho un pantallazo. Me ha gustado mucho porque me parece muy actual y muy antiguo a la vez. Esa es la definición de clásico. Y es que de un clásico habla el anuncio: una virtud de la que ya habló Platón. 

El hombre, dice el refrán, es el único animal que cae dos veces en la misma piedra. 
Y hasta tres. O quattro, diría, parafraseando el anuncio. 
Resiliencia le llaman ahora. Es la capacidad de quedar de pie -igual que uno estaba- tras un tortazo del tipo que sea. Aquí, una certera explicación de la etimología
Me ha hecho gracia -por eso la he puesto en la referencia- la explicación que da el Instituto Cervantes al refrán: "el ser humano no siempre sabe discernir conforme a la razón y por esa causa no aprende de la experiencia y vuelve a equivocarse en una situación semejante".

Quisiera apuntar tres breves detalles. 
Primero: no se trata de no caer. Hay una cierta bondad en caer, que no está, sin duda, en la caída. Ojo, por tanto, en no dejar caer a mis hijos, alumnos y demás. La sobreprotección.

Segundo: no se trata, en efecto, de levantarse por levantarse, a fuerza de brazos. Se trata de usar la cabeza -"discernir conforme a la razón"- y no solo los apetencias. Y aprender de la experiencia. Ahí está lo bueno del caer. Pero hay un pero, y está en la tercera cosa.

Tercero: no todo pasado es experiencia. Para que mi pasado temporal sea experiencia debo interiorizarlo de alguna manera: debo pensarme y ver qué ha salido mal. Esto, tan simple, es la capacidad de examinarse. Decía Sócrates -en el juicio en que le condenaron a muerte- que una vida sin examen no es vida humana. Y por esto mismo lo decía. (Añado el texto al final). Pero para examinarse necesitamos tiempo y silencio. Calma. Y de eso vamos hoy día escasos. 

La fortaleza es una virtud más amplia, por así decir, que la resiliencia. Ya hemos hablado de ella bastantes veces en este blog
Nos muestra -a nuestra cabeza: a la razón- un bien tan bueno que vale la pena (pasar por dolores para llegar a obtenerlo). Se puede leer la frase anterior sin el paréntesis: esa es la gracia de la expresión "vale la pena". Por ese bien me levanto, porque hacia él voy. 
Esa es una de las cosas sobre las que conviene examinarse: ¿tienen nuestros jóvenes, y nosotros mismos, un bien que compense los tortazos con los que la vida les espera a la vuelta de la esquina? Porque, si no, se quedarán en el camino.
Y, en positivo, si tienen un bien, se levantarán hasta quattro veces. 
Bravo por audi. 




La cita de Sócrates:

"si por otra parte os dijese que el mayor bien del hombre es hablar de la virtud todos los días de su vida y conversar sobre todas las demás cosas que han sido objeto de mis discursos, ya sea examinándome a mí mismo, ya examinando a los demás, porque una vida sin examen no es vida, aún me creeríais menos".

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