(Dostoievsky y) el asombro

Lógicamente asombrarse por todo es absurdo, mientras que no asombrarse por nada es bastante más bello y por alguna razón se reconoce como rasgo de buen gusto.
Pero difícilmente puede ser así en realidad.
En mi opinión, no asombrarse por nada es bastante más estúpido que asombrarse por todo.
Al margen de esto: no asombrarse ante nada viene a ser lo mismo que no respetar nada.
Además, un estúpido no sabe respetar.

¿Cómo se te queda el cuerpo al leer eso?
Pues así se me quedó a mí. 
Estoy disfrutando por primera vez los cuentos de Dostoievsky. Hay unos cuantos: vienen ordenados por edad de escritura. El fragmento citado corresponde a uno titulado "Bobok", que aún no he acabado. Tenía ya 50 primaveras, el bueno de Dostoievsky. 
No es la primera frase que se ha grabado en mi memoria, pero sí la primera que voy a compartir. 

Sobre el asombro y el papel que tiene no solo en la educación sino en la vida misma, hay libros muy buenos. Y filosofías enteras. Hasta entradas en este blog hay.
Tiene su qué lo que dice el inmortal ruso: el respeto unido al asombro. Respeto, palabra que deriva del latín, de mirar de nuevo, de admirar, de posar la mirada otra vez, de no pasar de largo y quedarse con los ojos clavados. Por lo que hay, o por la manera de estar ahí ese algo. Uno se asombra y el mirar otra vez eso (o escucharlo o demás verbos) le provoca un respeto. Qué buena etimología. ¡Asombrosa!

Al pensar en compartir este texto, pensaba en la cantidad de cosas y personas que me han asombrado desde que estamos encerrados. Y voy a citar algunas, por si las moscas uno va y piensa que el asombro ha desaparecido de nuestras vidas, o de la suya. El orden no importa demasiado, diría. 

  1. Un documental de Herbie Hancock llamado Possibilities, de abril de 2006. https://www.youtube.com/watch?v=TSUpFHuAIqI. Un música impresionante colaborando con otros de igual calibre (pero menos leyenda) que acaba reconociéndose siervo de la humanidad, y persona, más que músico.
  2. Lo reconfortante que puede ser tocar la guitarra al solete, esa masa de calor tan lejana y tan necesaria.
  3. El valor de la amistad y la capacidad de recomposición del ánimo propio y ajeno que tiene una simple llamada telefónica. 
  4. Lo reconfortante -para mí- que puede llegar a ser planchar sin prisa y con primor una camisa.
  5. La risa y sus beneficios en el ánimo. Neurocientíficos dirán la suya. El sentido común, esta. Mis hermanos (o ciertos amigos) haciéndome llorar y desternillarme. 
  6. El papel real de un buen director de orquesta, en el legendario Sergiu Celibidache: https://www.youtube.com/watch?v=xf_1kaf2Otc&list=RDKOq_mSIvlbI&index=11. Perlas como "cuando el tono oscila, la mente oscila".
  7. Los cuadros comentados en Twitter por Mireia Hernández, que me descubre maravillas: https://twitter.com/ad_mireia
  8. Peliculones de otra galaxia como A Hidden Life, de Terrence Malick: https://www.youtube.com/watch?v=qJXmdY4lVR0. Merece un post entero. O varios centenares. Qué belleza para todos los sentidos, para la inteligencia y lo más escondido del alma. 
  9. La vida del protagonista de esa película: Franz Jäggerstätter. Un mártir como la copa de un pino, escondido como las raíces de ese mismo árbol. 
  10. Dios mismo con sus precisos y preciosos mensajes que le manda a uno cuando quiere. 
  11. Lo bien que suenan algunas canciones a capella y lo difícil que es grabarlas: https://www.youtube.com/watch?v=i_avcdMEeCs, aquí, mis ídolos: Take 6 en su "normalilla" If we ever needed the Lord before (we sure need Him now)
Y lo dejo aquí, que se ha acabado el parón. 


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