Si todo es política, Remei Margarit miente:

He leído, por recomendación, un artículo de Remei Margarit, psicóloga
y escritora de 75 respetables años. Se titula "Políticas". Opina,
desde la primera línea de su breve artículo, que todo es política, y
que esta es una verdad que hay que dar por supuesto. Dicho eso, y bajo
ese único prisma, analiza la JMJ. Resultado: Rouco es político;
Ratzinger, también; las JMJ, algo muy similar a un míting. Si tomamos
su argumentación formalmente, es impepinable. Pero eso no merece
ningún artículo. Si aplicamos la lógica material, nos daremos cuenta
en seguida de lo siguiente: toda argumentación es verdadera a no ser
que la premisa sea verdad y la conclusión falsa. Esto implica, ni más
ni menos, que aunque las premisas sean de hecho falsas, el argumento
es verdadero, siempre que sea formalmente lógico. Me explico
brevemente. Si parto de que dos y dos son cinco, puedo concluir
lógicamente que, cuando se juntan dos parejas de casados a cenar en
una mesa para cuatro, hay uno que se queda suelto. Lo cual es absurdo,
aunque sea lógico.
Aplicado al artículo de la señora Margarit: su premisa -todo es
política- no sólo no hay que darla por supuesto, sino que es más que
discutible. ¿El amor que tengo a mi madre es político? O tal vez
entiende el término "político" de otra manera. Conclusión: si partimos
de que todo es política, agárrate, que soy capaz de deducir la altura
de un campanario, como dice Raskolnikov.
Pero es que hay más. La señora Margarit, y por eso digo su edad, está
tal vez encasquillada en otros tiempos y mira bajo otros prismas.
Quizás debería hacer un esfuerzo por intentar ver la realidad de otra
manera, no sólo políticamente. Si parte de que la Iglesia es política,
no puede llegar a deducirlo: es su prejuicio inconfesado, pero que se
ve a la legua.

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