No recuerdo cómo se llama la empresa, y no pienso buscarlo, pero se dedica a fomentar la infidelidad y el adulterio sin dejar huella, sin consecuencias aparentes.
En una entrevista que un amigo me hizo llegar, el fundador de dicha empresa decía con un descaro llamativo unas palabras muy interesantes:"Las mujeres siempre han sido nuestro 'target', pues si logras captarlas, los hombres las seguirán. En España, la tasa de mujeres casadas inscritas es un 5% más alta que en cualquier parte del mundo".
Dice el muy sinvergüenza una gran verdad: las mujeres siempre han sido el objetivo de los malnacidos como éste, porque corrompen mucho más que los hombres, aunque son más difíciles de corromper. Si quieres estropear un matrimonio, y la familia que está detrás, y la sociedad -formada por familias-, destroza a la mujer. Haz de ella una adúltera. No está de más, y con eso acabo, recordar qué significa adulterar algo: pervertirlo, estropearlo. Ciertamente, algo muy grande se estropea con la infidelidad, aunque sea en lo escondido.
Está claro -si no, hay que leer la respuesta otra vez-: hay quienes usan a las mujeres y han logrado no sólo que no les llamen esclavistas o proxenetas, sino hacer de ello un negocio, y publicarlo con descaro y desvergüenza en la web.
Jose Quintano
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