Comentábamos con un amigo que, al final, el mundo da muchas vueltas. Se ha pasado del apartheid al black power, y eso es totalmente claro en las olimpiadas.
En concreto, lo decíamos viendo jugar a USA a basket. País que ha pasado de perseguir a los negros y tratarles como la escoria humana (recomiendo ver "Criadas y señoras") o ni siquiera humana, a tener una selección de baloncesto en la que ser blanco es la excepción. País, por cierto, cuyo presidente es negro también. Sorpredentes cambios, y encomiables. Lo malo es que de vez en cuando -y ha ocurrido ya en estas olimpiadas- hay que echar a alguien de la competición por racista, por confundir color y dignidad.
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