Más sobre los jóvenes (y la alegría de vivir) (post largo)

"Decíamos ayer"... (como Fray Luis de León)... que algunos jóvenes están como drogados. Quizás sin el "como". Empanados. Alguien ha adulterado la que debería ser su época de más producción. Por supuesto que cada época de la vida humana tiene su plenitud, según señala perfectamente Romano Guardini en su breve pero espectacular "Las etapas de la vida". Pero la juventud es la del primer despliegue serio, después del adolescente repliegue sobre uno mismo. Toca exportar al mundo lo que uno lleva dentro.
Toca la alegría, como dice el Eclesiastés -el libro bíblico, del Antiguo Testamento- en su capítulo 11 y versículo 9:

"Alégrate, mozo, en tu juventud, ten buen humor en tus años mozos, Vete por donde te lleve el corazón y a gusto de tus ojos; pero a sabiendas de que por todo ello te emplazará Dios a juicio."

Una alegría encarrilada, y no vulgar, de burdel y borrachera. Desde hace siglos se ha considerado al libro del Eclesiastés uno de los que se engloban en la literatura sapiencial. Se considera obra de uno (o varios) sabios: incluye recetas sabias para un recto vivir.
La cita escogida la leí ayer. Y es, tal cual, el carpe diem cristiano; judeocristiano, si se quiere. Es una síntesis perfecta de la unión entre cabeza y corazón, entre ley y pasión: un vivir equilibrado.
Estamos de acuerdo en que decirle a alguien "Ve donde te lleve el corazón" puede ser algo arriesgado. Pero sólo si no se tiene en cuenta que la vida virtuosa (por mucho que cueste conseguirla) da la facilidad habitual de obrar bien. Se hace el bien como sin esfuerzo.
La sonrisa cínica al leer estas líneas es mala señal. Sobre todo porque todo aceptamos esto que digo en otros campos. Estoy harto de oír cosas como que "Messi o Cristiano u Özil o Iniesta (Zidane, por supuesto) lo hacen todo fácil: parece que no les cueste". La virtud da una intuición rápida y sin esfuerzo de qué es lo correcto. Eso es totalmente deseable. Y es una consecuencia natural del hábito moral bueno. A ver si lo aprendemos a aplicar a la vida moral, y no sólo a la física (el hombre que a base de ir al gimnasio se pone como un toro).

Pero (como se lee en la foto, en el versículo siguiente) existe el contrapunto, las sombras, los números impares... Es decir, que la juventud no dura para siempre. Es una época que se va, como el agua entre las manos. El consejo está claro: se trata de usar el agua de las manos para beberla, para aprovecharla, para regar una planta, para remojar una frente sudorosa... Y no para contemplarla solamente. Aprovechar la juventud, gastarla en algo que compense. Las demas épocas tendrán tambień, como he dicho, su plenitud y sus fines, y habrá que aprender a disfrutarlas, y no a huir de ellas.


(Post data necesario: Este texto bíblico, como muchos otros, es una maravilla. Y ha caído en el olvido, como las cartas...
-Pues ¿qué ha pasado, que no se lee? 
-¿"Qué ha pasado" de qué? A mí nadie me ha prohibido leer ese fragmento. Lo tengo en mi móvil. Basta de teorías de progresismos y paridas por el estilo. El antiguo testamento es riquísimo. Ya está bien de que sólo lo lean estudiosos o ateos. )

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