En el hospital: 35 años fieles

Ayer estuve en el hospital con un amigo.
En la cama vecina, un señor de 63 años que parecía tener 10 más. Había perdido 30 quilos en 9 meses. Eso me dijo su mujer, que estaba ahí, como fiel Penélope.

Aprovechando que mi amigo dormía, me puse a hablar con ellos. Sobre la paciencia: llevaban desde las 9:30 esperando un papel firmado para irse. Y eran ya las 15:35. La enfermera entró y dijo: "bueno, es un mal día, que ya se acabará". Cuando se fue, tuve tuvimos el siguiente diálogo. No pude resistirme: sé que las personas mayores son pozos de sabiduría. Respondía la señora, aunque el marido fue también añadiendo cosas:
-Oiga -dije yo-, eso que ha dicho la enfermera, con todos mis respetos, es una solemne tontería. Un mal día es aquel en que se muere tu padre. Esto es una broma.
-Así es. Esto es una tontería -dijo ella. El marido asentía, con la mirada cansada. No se quejó nada. Y eso que en todo el rato que estuve allí le hicieron de todo. No digo más, pero tiene un tubo que le va directo al estómago, por el que come: tiene la garganta echa polvo de las sesiones de radio y quimio. "Se pasaron 10 sesiones, según me dijeron". Tal cual.
-Han cambiado las cosas.
-Sí, la gente no tiene paciencia.
-Pero ustedes, ¿cuántos años llevan casados?
-El pasado 5 de agosto se cumplieron 35 años. Y 2 más saliendo.
Luego me contaron, me contó la mujer, cómo empezaron a salir.
-Sería Navidad, ¿verdad?
El marido afirmó. Tenía la voz ronca como una mala cosa. 
-Pues mira, me vino y me dijo: "oye, tengo 26 años y ya no estoy como para ir de esquina en esquina. Me presentas a tus padres. Yo voy en serio". Y venga a meter prisa.
Aquí el hombre inició una pequeña discusión, más simpática que otra cosa:
-Fuiste tú, que tenías prisa.
-¿Lo ves? -replicó-. Ya estamos.
-Pero no pasa nada por discutir... -dije-. Me imagino que en 35 años ya habrán tenido alguna que otra crisis.
-Pues claro. Si no se discute, quiere decir que cada uno va demasiado a la suya. Hay que discutir. Y yo, cuando la cosa se ponía tonta, cuando este ya estaba fuera de sí, me iba por ahí. "Ya se calmará". Y ya está.
Él se reía.
-Pues hoy no es así. Es que hoy la gente no se casa. Se juntan.
-Pero no es lo mismo, ¿no?
-No, la verdad es que no. Pero claro, luego se casan y se separan. Mira. El 24 de junio fuimos a una boda. En agosto ya estaban separados. Si es que no se entiende. Nuestro hijo está con una. Ellos llevan 7 años juntos. Dicen que ya se casarán cuando estén seguros.
-¿Seguros de qué?
-Ya.
-Parece que hoy se busca demasiada seguridad. Para eso está el noviazgo.
-Sí. Este quería casarse ya... Quería ir a ver a mis padres ya. Y luego estuvimos 2 años saliendo. Ya te lo he dicho.
-Pero, bueno -dije-: hoy también hay gente que lo hace así. Salen unos años, y se casan. Y son fieles.

Y así, un rato. Me quedo con la fidelidad de estas dos personas, a pesar de todo, que ha sido mucho.

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