Kubo (u "otro peliculón sobre el matrimonio y la familia")

El tiempo (de vacaciones) pasa. Conviene llenarlo de modo satisfactorio. Hace un par de días estuvimos por la labor y, efectivamente, lo logramos. Un amigo, experto en cine, nos propuso ver una película de animación hecha con la técnica del stop-motion. "Cielos", pensé, "vamos a morir". Nada más lejos. Salí más vivo: eso te hacen las buenas cosas, que llevan además -gratis- mucho de belleza y verdad consigo.

Total, que además de toda la técnica en colores y preciosa música que llenan la película, tenemos una historia más que simpática. Aventura con fondo, digna de comentario. Pero, como espero que el lector la vea, no pienso explicar nada... y a ver si lo logro. Sólo una frasecilla de cuatro palabras.

En un momento dado, una mujer explica cómo el que era agresor acabó siendo esposo. "Me miró a los ojos y me dijo cuatro palabras que cambiaron mi vida: "Tú eres mi misión"". 

¿No es esa una manera totalmente novedosa de hablar del matrimonio? Pues no. Pero sí es bonita y profunda. Es llevar al extremo la metáfora de la media naranja. Aquí va la expresión que se me vino a la cabeza al ver la película: "El camino del cielo para ti tiene un nombre: el de tu mujer". Eso decía San Josemaría, fiel a la explicación cristiana de siempre. Se dice en pocas palabras, pero no es poco lo que se dice. "El camino del cielo" es el camino de la vida: tu vida misma, pero no tomada de cualquier modo, sino enfocada a la eternidad, en su verdad más profunda, que no excluye ningún aspecto de la vida, por más que a veces les llamemos pequeñeces. Gladiator lo dice a su manera: "lo que hacemos en esta vida resuena en la eternidad". Pues eso, pero acompañado de tu cónyuge y a través de él. "No vas a irte al cielo solo, sino con tu mujer -o marido- y gracias a ella". ¿No es una manera increíblemente elevada de explicar el matrimonio? Todo queda enaltecido: lo corporal, que nunca va solo; lo más espiritual; los hijos y su educación...

La película tiene mucho de metáfora de la entrega de la vida por el otro. 

Y dejamos de lado el tratamiento  que se le da a los ancianos en la familia y el exquisito respeto que se les tiene. Y muchas otras cosas.


PD: Gratis, ahí va un video sobre cómo se hizo la película. Brutal, el laborón que hay ahí. Vedlo aquí.

PD2: Gratis también, unas bonitas palabras de San Josemaría sobre el matrimonio, que explicitan más lo ya dicho: 
"Los casados están llamados a santificar su matrimonio y a santificarse en esa unión; cometerían por eso un grave error, si edificaran su conducta espiritual a espaldas y al margen de su hogar. La vida familiar, las relaciones conyugales, el cuidado y la educación de los hijos, el esfuerzo por sacar económicamente adelante a la familia y por asegurarla y mejorarla, el trato con las otras personas que constituyen la comunidad social, todo eso son situaciones humanas y corrientes que los esposos cristianos deben sobrenaturalizar.
La fe y la esperanza se han de manifestar en el sosiego con que se enfocan los problemas, pequeños o grandes, que en todos los hogares ocurren, en la ilusión con que se persevera en el cumplimiento del propio deber. La caridad lo llenará así todo, y llevará a compartir las alegrías y los posibles sinsabores; a saber sonreír, olvidándose de las propias preocupaciones para atender a los demás; a escuchar al otro cónyuge o a los hijos, mostrándoles que de verdad se les quiere y comprende; a pasar por alto menudos roces sin importancia que el egoísmo podría convertir en montañas; a poner un gran amor en los pequeños servicios de que está compuesta la convivencia diaria.
Santificar el hogar día a día, crear, con el cariño, un auténtico ambiente de familia: de eso se trata. Para santificar cada jornada, se han de ejercitar muchas virtudes cristianas; las teologales en primer lugar y, luego, todas las otras: la prudencia, la lealtad, la sinceridad, la humildad, el trabajo, la alegría..."

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