¿Ver para creer? Pascua de Resurrección

Hoy es Pascua de Resurrección. 
Los cristianos celebramos que Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, no acabó sus días en la tierra colgado de una Cruz, sino resucitando al tercer día. 

El relato del evangelio que se usa hoy en Misa —del Evangelio según Juan 20, 1-9—es escueto. Y no puede ser de otro modo. A pesar del "y vio y creyó", nadie vio nada. Fue un "no ver" más que suficiente. Inigualable. 

El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”.
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos.

Sobre ese NO en el que se fundamenta aparentemente nuestra fe quería hablar aquí. Pero lo haré con palabras no mías, que muchas veces es mejor. Porque los poetas lo saben decir también a su manera. 
Me quedo con Ibáñez Langlois en su Libro de la Pasión. (Aquí se puede comprar. Yo lo he hecho en dos ocasiones). 
En la parte última del libro, la novena, titulada con gran acierto "La resurrección", se pueden varios poemas. He seleccionado cuatro, que no pienso comentar. Los transcribo por difundir la belleza, sin más.

El primero que añado es, precisamente, el que habla del NO como ningún otro NO. Es el número 7 de esa parte del libro.
(Aviso a navegantes: el texto carece de puntuación. Es un recurso literario de primera, típico al menos de la escritura futurista. Al final del post voy a añadir los tres con puntos y comas. Que Dios me perdone ese crimen) 


7

Pedro y Juan vienen volando a la voz de robo 
ni se sueñan el día domingo por el que vuelan 
Juan más joven llega antes al sepulcro abismo pero 
la Iglesia prehistórica es ya jerárquica 
tú primero después de ti y ya en el interior 
dos cosas les maravillan primero el vacío 
una casa un cajón cualquier espacio puede estar vacío 
cualquiera sí pero jamás se vio un vacío como éste 
les parece ver la nada y tocarla como la forma exacta 
del cuerpo que no está allí 
de todas las maneras posibles de no estar una cosa en otra 
jamás se vio manera como este NO 
es el NO más fulminante de la historia de la creación 
la segunda sorpresa es una pequeña singularidad del NO 
son los paños menores de la resurrección 
las vendas bien dobladas y el sudario envuelto 
que yacen como un misterio en sus lugares justos 
los ladrones de cadáveres no son tan meticulosos 
ah el orden de la luz para desvestirse como un relámpago 
dejando todas las prendas en su lugar 
bienaventurados los que creyeron a las mujeres con sólo ver 
el radiante vacío de la sepultura y 
el traje de la muerte resucitada en orden.



Impresionante. 
"El NO más fulminante de la historia de la creación". 
Eso, diría, quiso quizás plasmar en su escultura el bueno de Subirachs, el ya fallecido artista catalán que trabajara en la Sagrada Familia. 
En Montserrat, ese espectacular santuario mariano catalán que aconsejo visitar, y que el viernes visitó un servidor en persona para ir a rezar un poco, tiene una sugerente aportación en la capilla del Santísimo. 
A mí, personalmente, me gusta. 
Me recuerdan a ese NO estar. 
La Santa Síndone, la Sábana Santa, parece su inspiración. Ahí va la foto. 


Sigamos ya, sin más propósito que disfrutar, que no es poco, con los tres restantes poemas. 



 4

Jesús busca a María la primera qué violento 
qué divino qué humano deseo de abrazar a su propia madre con su propia gloria por este solo abrazo 
ya se moría de ganas de resucitar era aún noche oscura
cuando la Virgen salió a las calles su hijo 
teledirigía esos pasos desde la muerte desde la gloria 
su hijo los orientaba la Virgen iba creando el primer vía crucis 
para la historia parecía buscar un objeto perdido 
en diversos lugares se inclinaba tocando piedras besando el polvo
eran las catorce huellas de Cristo los objetos de su adoración 
su corazón no se equivocaba nunca en tinieblas 
sus labios daban siempre con esa sangre 
mejor que si brillara refulgente sobre el camino 
de pronto se hizo de día a su alrededor 
el día era Jesucristo que la rodeaba 
era el día rey de los días para su reina 
Jesús envolvió a su madre en su infinita luz 
la madre abrazó al Dios hijo como su madre 
como si toda la creación abrazara maternalmente a su Creador 
ni los ángeles pueden medir lo que duró ese abrazo 
los ángeles del Hijo se inclinaron ante su reina 
mientras allá en el oriente despuntaba el pequeño sol 
como un sol de juguete como un pálido emblema de la verdadera luz.

El penúltimo.


6 
 
En cuanto apareció la estrella matutina 
Magdalena María de Cleofás Juana y Salomé 
recogieron todos los bálsamos de Jerusalén 
todos los perfumes del mundo iban en sus ánforas los primeros pájaros despertaban de pura fragancia todos los domingos de la historia son así desde entonces 
las mujeres se dirigían al muerto no al resucitado 
el amor es más fuerte que la muerte no temían a la guardia pues nada sabían de ella 
sabían sólo de la roca que sellaba el sepulcro ah el mundo como separa la gran muerte de la gran vida la inquietud de las mujeres no pertenecía a la metafísica
/sino a la mecánica
el amor también tiene su mecánica 
el amor también tiene sus imprevistos 
la piedra había sido removida al margen de toda mecánica 
los guardias diseminados parecían muertos 
entre húmedos matorrales yacían los vencidos por el
/relámpago 
las mujeres vieron el sepulcro abierto como un abismo 
la Magdalena prisionera de amor en el mundo de la mecánica 
dijo es un robo y partió hacia Pedro con los pies del viento 
que ya se levantaba por solidaridad con el Espíritu 
a las otras la idea del sepulcro las espantaba pero las atraía 
el abismo las llamaba por su boca ardiente 
allí encontraron a dos sacerdotes de vestiduras como la nieve 
por qué buscáis entre los muertos al que está vivo 
acaso no lo predijo con la debida anticipación 
decid al Papa que Jesús está lleno de vida infinitamente 
y luego haciendo honor a su condición angélica de súbito
/desaparecieron
en el aire ya demasiado luminoso de la resurrección.


Y el último, que me parece una preciosa manera de explicar cómo Jesús busca a los hombres uno a uno, adaptándose a sus modos. Y con infinita paciencia les explica que "ha ocurrido lo más importante de la historia universal".


11

Jesús pero qué enamorado 
ha salido a los caminos en busca de apariciones 
disfrazado de forastero que se marcha de Jerusalén 
anda de incógnito corno un rey que entre sus propios súbditos 
pretende averiguar la situación de su monarquía 
la situación es mala 
Jesús tira de la lengua a dos discípulos de Emaús 
los caminantes van tristes 
van hundidos en el agnosticismo 
y se sorprenden de la ignorancia del forastero 
pero hombre es que no supiste lo de Jesús 
qué Jesús pregunta Jesús y se hace contar su mismísima historia
desde el punto de vista del agnosticismo 
sí Jesús ese sueño tan hermoso que se nos murió en la cruz 
el sueño que con ellos camina quiere ir de a poco 
ya se sabe lo peligroso que es despertar de súbito a un ser humano
primero un tirón de orejas hombres tardíos de corazón 
después las Escrituras estaba escrito es que no leéis 
las cartas que os envía el Espíritu Santo 
y por último el itinerario de la salvación 
al paraíso se entra por una cruz 
como estaba escrito en 
han llegado a Emaús y quédate pues 
a comer con nosotros quédate a alojar aquí 
eso sí que a la suerte de la olla 
total es ya de noche en los caminos 
vemos que eres profeta pero no abuses de tus grandes ojos 
Jesús pero qué actor hace como que sigue hacia no sé dónde 
y después de hacerse de rogar acepta la hospitalidad 
se sientan pues a la mesa y cuando Jesús bendice cuando 
    parte 
eres tú eres Jesucristo resucitado eres oh 
tu gesto te identificaría entre mil millones 
nadie en el mundo puede partir un pan como lo haces tú y 
de súbito Jesús desaparece
sólo pueden adorar la luz que al irse dejó 
como un látigo de Dios en el aire oscuro 
qué profeta ni qué ocho cuartos si tenía que ser él mismo 
acaso no nos ardía el corazón dentro de nosotros 
les ardía sí el corazón cuando llega la dueña de casa 
en qué quedamos son dos o tres para la comida 
pero cómo y también ustedes desaparecen 
sí señora una noticia urgente que comunicar 
ha ocurrido lo más importante de la historia universal 
aunque usted no se dé cuenta ya estamos en otro mundo 
nos vamos a Jerusalén gracias adiós.

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