La fama de la Iglesia y los políticos:

A una pregunta al Papa, en el avión que le llevaba al Reino Unido, sobre qué hacer para ganar en imagen, respondió Benedicto XVI: "Diría que una Iglesia que busca sobre todo ser atractiva, estaría ya en un camino equivocado. Porque la Iglesia no trabaja para sí, para aumentar los propios números, el propio poder."  ¿Para qué trabaja? Lo que sigue de su repuesta, en internet. Lo digo por lo que vamos a tener que oír a partir de ya hasta las elecciones: promesas y más promesas para quedar bien, para ganar no sé qué fama y recibir votos. Pido, con Jordi Barbeta en un reciente artículo en este diario, que nos digan la verdad.

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