¡Sal ya...! o "El castor" (un peliculón)

Ya la vi hace un tiempo (es de 2011), pero me olvidé de comentarla: la dejé en la e-nevera del mail, y ahí esperaba al día de hoy.
Para ver el trailer y demás comentarios técnicos (sinopsis, actores y actrices, etc.): aquí
Me pareció una película que no cumple con la etiqueta "drama" que le asignan. Es una tragicomedia. De hecho, empiezas riéndote, hasta que la realidad te golpea en la cara. Mantiene siempre la tensión con momentos en que puedes, reírte a carcajada limpia, o sonreír y preocuparte por haberlo hecho. Me recuerda, en este sentido, a "La habitacion de Marvin".
Recomiendo esta película para nuestra época de crisis no sólo económica si no moral, de relaciones humanas: de engaños y gente que encubre su insatisfacción personal tras miles de pantallitas (también manuales: smartphones, etc.).
Es una película que remueve los bajos fondos, pero sin ser sucia, que no hace ninguna falta. Va a problemas más básicos todavía. Habla, entre otras cosas ya dichas, de la necesidad de amar, de ser amado, de ser reconocido, de la familia como lugar principal en que se da todo esto, de lo que es el amor y lo que no es (un espacio de libertad, y no de idealización del ser querido, que pasaría entonces a ser sencundario para quedarme yo en el foco de luz). Lo digo rápido porque ya cada uno pensará si le da la gana.
Una película pensada. Una película que tiene como intención que pases un mal rato, al estilo de las tragedias griegas, que te purifican -dicho grosso modo- al obligarte a ver en directo lo que tú mismo no
quieres reconocer dentro de ti. Un mal rato, sí: pero que deja buen gusto. Como la cerveza: amarga, pero agradable al paladar maduro.
Una opción saludable para este fin de semana.

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