Tu es Petrus!

Cuando Dios le da una misión a alguien le cambia el nombre: de Abram a Abraham, etc. Lo mismo hace Jesús: a Cefas, le llama Pedro, piedra. "Tu es Petrus!". "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra yo edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán  contra ella". Así, Joseph Ratzinger pasó a ser, muy a su pesar, como él mismo confesó, Benedicto XVI. 

El Osservatore: "Il futuro è di Dio"
El Papa -con las palabras que añado al final del mail- ha dicho que renuncia a su encargo de Papa. Dudo que se pueda hacer mejor, ni por el tono, ni por las palabras, ni por las razones, ni -porque me fío de un hombre tan santo y humilde- por el momento: pide perdón por sus errores, pide oraciones y ofrece las suyas: se retirará a rezar por la Iglesia.

 
Es verdad que Juan Pablo II acabó sus días siendo Papa. La coyuntura era claramente diferente. Los dos tienen la cabeza lúcida. Pero nadie mejor que el Papa -solo Dios- sabe qué hace falta para serlo hoy.  Además, basta con leer su declaración para darse cuenta de que es perfectísimamente consciente de cómo se saca adelante la Iglesia. Y de que es un hombre sorprendemente fuerte, con la fuerza que da la humildad y el conocimiento propio. Y que es totalmente sobrenatural, lo que implica que es muy humano y prudentemente sensato. Sabe -lo dijo hace nada, como publica el Osservatore Romano- que el futuro es de Dios, empezando por el suyo, y siguiendo por el de la Iglesia.
¿Qué hará en lo que queda de Papado? Lo mismo que ahora, que es lo que dijo que intentaría hacer: estar a la escucha de Dios e intentar poner en práctica Su voluntad. No descartemos su cuarta encíclica, sobre la Fe: cerraría el ciclo de las virtudes teologales. Y en el año de la Fe. Me imagino que está trabajándola. Si finalmente no la publica, será para mí una prueba más de su humildad.

La original
Retocada y en la pantalla
Lo que nos queda a nosotros es rezar por él con vision sobrenatural y ánimo grande: que se aparten los pusilánimes. La Iglesia Católica, esa insumergible barquichuela a prueba de bombas, está gobernada por Dios. 
Yo ya me he buscado una manera: me he puesto una foto en el móvil, en la pantalla de reposo. Originalmente la tenía en mi cuarto, encima de una silla, para acordarme de un familiar, que me la trajo. Ahora, le daremos también este otro significado. Dudo que se enfade. Muestra a unos tipos llegando a la meta. Eso mismo pido para el Papa, que llegue perfectamente a la meta de su misión... y de su vida. Que sea fiel hasta el final.
Porque, no nos engañemos, lo que necesitamos es un Papa como este y como el anterior: humildes y santos, piadosos. Esas características harán que se cumplan las que la gente, de corazón, desea: que conecte con los jóvenes, que sea simpático, etc...
En resumen: esta útima foto.
Clarito.
PD: Ahí va el texto de su renuncia que leyó (el muy crack) en Latín:

"Queridísimos hermanos,

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. 

Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. 

Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria".

BENEDICTUS PP XVI

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