Coca-cola light y el qué dirán (segunda parte)

Lo prometido es deuda. Hoy toca la segunda parte.

En un momento en que se habla tanto del aborto y los embriones, va como anillo al dedo esta frase que paso a copiar.
"El nacimiento biológico no es suficiente" 
No somos patos, como decíamos ayer. Por eso mismo, no hay ningún problema (salvo higiénico) en investigar con estos animales, y sí con nosotros.

De todos modos, quería ir más allá.

El nacimiento biológico no es suficiente porque el hombre necesita, para su desarrollo normal y sano, que otro yo diga a mi yo que sí. Ese es el nacimiento personal (y a la vez social), por llamarle de una manera. Es el habitual juego de palabras. Estamos pensados para amar, con la carga de salir de uno mismo que eso implica. Y salir de uno mismo hacia otro yo, que a su vez saldrá de sí mismo. Así, mi yo pasa a ser secundario, en favor del otro. Y, como consecuencia no buscada, se
fortalece. Porque, ojo al dato, aunque el tipo que ama no piense principalmente en sí mismo, sí lo hace: cómo puedo mejorarme para darme más. Esa es la sana autoestima. La madre embarazada se a sí cuida  (y se priva de cosas) por su hijo. Y esto no es contradictorio: es la vida misma. 

Somos, por feo que resulte el ejemplo, como caracoles: sólo podemos alimentarnos y crecer cuando salimos de nuestro caparazón, que tiene utilidad, sin duda.
Que cada cual busque su ejemplo.

PD: La frase es de Joseph Ratzinger, en una meditación que dio cuando no era Papa. Toma del frasco, Carrasco.

Comentarios