Querer y poder

"Querer es poder. Y punto".

Pues, hombre, "y punto"... no.
Querer no es poder, pero sí es el primer paso para poder. Mejor dicho, es la superación del que muchas veces es el primer obstáculo. Eso importa. Y mucho. Si uno no quiere algo, lo demás no son dificultades, sino excusas.
Por le contrario, si uno lo quiere, venga lo que venga, que intentaremos sobreponernos. Lo dijo, parafraseando a otro, Viktor Frankl, ese psiquiatra que estuvo en campos de concentración: "Quien tiene un por qué, resolverá cualquier cómo", quien tiene un "quiero", luchará por que pase a "puedo".

Y si al final uno quiere y no puede (la realidad es lo más tozudo que existe), pues bendito sea Dios. Pero me atrevería a añadir que dentro de un querer sensato están los límites de uno mismo y de la realidad.

En ese sentido, querer y poder se acercan mucho más. Y así, vuelve al inicio del post.

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