La forja de un médico heroico y modélico


Hace ya unos días escribí una entrada sobre La Ciudadela, ese librazo de A. J. Cronin. Aquí va la segunda. 


Para empezar, quisiera apuntar algo sobre el autor, Archibald Joseph Cronin. Nació en 1896. Se casó con 25 años con Agnes Mary Gibson, su única mujer hasta el día de su muerte, ¡60 años después! Fidelidad ejemplar. Aunque fue médico de profesión primera, una úlcera le apartó de la práctica y se dedicó a escribir, cargando sus novelas de crítica social... y muchas más cosas. Sobre esas va el post.

Lo que más desearía es, sin duda, que todo el que dedique unos minutos a este breve escrito y no haya leído "La Ciudadela" decida devorarlo cuanto antes. No parece una opinión muy mesurada. Tanto da: este libro me ha hecho reír, llorar y quedarme mudo y quieto; me ha llenado de indignación, me ha hecho hablar en voz alta, previniendo al bueno de Andrew Manson, el protagonista, del mal camino que iba tomando, sin apenas darse cuenta. 

Veo, llegados a este punto, que se me complica el post: no quiero dar más pistas de las que necesarias.

Destacaría, por tanto, en primer lugar el papel preeminente, principalísimo, de Christine. Qué maravilla de mujer. Qué manera de vivir un matrimonio. No digo más.

En segundo lugar, todos los demás personajes secundarios, tan bien tramados que parecen reales. Y, vista la biografía de Cronin, es cosa más que posible que lo sean. Personas con caracteres fuertes, con ideas de fondo que les enraízan de modo más o menos firme a la vida. Personas de carne y hueso con sus luchas, con sus problemas, con sus dudas... Una maravilla.

En tercer lugar, podríamos hablar de la estructura trágica clásica de la obra... con un trasfondo diferenciar, católico (Cronin lo fue: y se nota), positivo de la situación. Es admirable la maestría con que Cronin va introduciendo sutil pero concretamente los resortes que harán saltar al lector de su sillón.

En cuarto y destacado lugar, el papel imprescindible de los amigos en la vida de todo hombre. Y el inevitable aparecer de los pseudoamigos. Y la posibilidad de equivocarlos. Y las consecuencias de un error tan grave... y común.

Para acabar -porque veo que será mejor dejar leer que comentar-, aplaudir la selección de temas. Es La Ciudadela, desde mi barato punto de vista, la biografía de un médico ejemplar... pero desde sus inicios. Se trata, por tanto, de la forja de un médico heroico y modélico. 

¡Bravo por cada una de esas 485 páginas, que espero que sepan a poco a quienes lean esta maravillosa novela!


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