¿Por qué complicarse la vida?


Dicen que hay imágenes que hablan por sí solas. No sé yo. Esta, en este caso, sí: es de un cartel. Tomé la fotografía en un bar. En Barbastro. Ahí estaba el papel, más bien sucio, pero visible a todo el mundo, como un buen aviso.
Lo que quería comentar -precisamente porque el mensaje está clarísimo y ya no hace falta decir más- es la justificación de esas consignas tan claras y tan cargadas de sabiduría. No sé si quien las escribió era consciente de lo que diremos ahora. No es demasiado importante, de todos modos.

"Complicarse la vida", dice. Y luego se lee "explicarse". Esas dos palabras tienen la misma raíz. Y desplegarse, también. A ver si queda claro esto. Resulta que "plicar" (en catalán es "plegar") dignifica doblarse: replegarse sobre uno. Es inevitable esa raíz. Aparece en muchas palabras relacionadas.  Ahí está la cosa: quien no se explica, se complica. Quien no se abre, se complica las cosas. Quien no se despliega, quien no se da a conocer, quien se repliega sobre sí mismo egoístamente, se complica la vida. Y así sucesivamente. 

Porque las personas, como los motores de cuatro tiempos, estamos hechas para salir de nosotros mismos, previa interiorización: mi yo es para un tú. Solo a través de un tú (otro yo) soy yo mismo capaz de conocerme como yo, y de valorarme. El personalismo y algunas psicologías lo explican ... y la vida misma (véase el cartel) lo sabe hace tiempo.

Llegados aquí, releer el cartel otra vez da pistas maravillosas. 



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