Será cosa mía, pero la publicidad que mejor me entra a mí es la "filosófica": la que muestra aspectos que no solemos pensar.
Por supuesto que eso de dar liebre por gato no está de moda. Lo que se quiere con los anuncios no es, principalmente, hacer pensar, sino que te entren una ganas tremendes e irrefrenables de comprar. Sinceramente, a no ser que Oakley me las regale, no pienso gastarme un euro en unas de sus prestigiosas y caras gafas.
Pero el lema de esta campaña —Love what you do— me ha gustado. Porque me ha recordado a un libro excelente que leí hace dos años: "Las cartas sobre la formación de uno mismo", de Romano Guardini, ese excepcional pensador y educador (y decir eso es quedarse muy corto, lo sé).
Claro. Lo que se suele buscar es precisamente lo contrario: "do what you love": haz lo que quieres, lo que amas. Pero, mira, tiendo a pensar que, en el fondo (siempre en el fondo), estamos ante una de esas paradojas tan bonitas que nos definen como humanos.
Diría que fue Confucio el de "elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida". Tiene su sentido, qué duda cabe: si uno se dedica a lo que le apasiona, no hay trabajo que no lleve mal. Parece que cuesta menos levantar a mi hija que una mesa, aunque pesen lo mismo. De eso hablamos ya aquí. Confucio, como gran pensador que era, le da la vuelta a la tortilla: el trabajo dejará de ser trabajoso.
Pero Romano Guardini, como grandes pensador que también era, le da otra vuelta más, y encuentra una verdad más oculta y, opino, importante. "Ama lo que haces". Esa es la manera de ser todavía más feliz:
así hay que hacer dentro con el aposento de nuestra alma, hasta que todo quede resplandeciente y limpio, ¡Así! "Y ahora: ¿qué hay que hacer? ¿Esto? ¡Con gusto!". Y valientemente manos a la obra.
Párate: céntrate en lo que toca (concéntrate todo tú) y haz lo que toca con cariño. Haz lo que debes y está en lo que haces, decía San Josemaría. Si buscáramos palabras actuales: atención plena o mindfulness.
Eso limpiará el aposento de tu alma, dice, hasta que todo quede resplandeciente y limpio.
Así que menos multitask y más concentración activa y también emocional: ama lo que haces, pon cariño si no lo hay, o voluntad, que vale todavía más porque es más libre aún.
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